Preparado para ser el hermano mayor?

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En mi casa, yo era la hermana mayor. Como en toda relación
de hermanos, no todo era perfecto y siempre había discusiones y riñas, pero
nuestra relación siempre fue única. Mi hermana fue y es mi cómplice, mi mejor
amiga.

Cuando me enteré que Salvador estaba en camino, al no ser
algo planeado, lo primero en lo que pensé fue en que Facundo era muy pequeño
para pasar por el trámite de ser el “Hermano Mayor”, pero también soñaba con
que la relación entre los dos fuera tan linda como la mía con mi hermana. Tenía
1 año 2 meses cuando llego la noticia a la casa, y obviamente, el no entendía
que pasaba, o por lo menos eso creíamos.

Conforme fue creciendo la panza, Facu fue cambiando mucho el
carácter. Quería ser mucho más independiente, pero a la misma vez estar pegado
a nosotros. Todo lo atribuíamos a los celos por la panza, dejándonos llevar
muchas veces por lo que todo el mundo nos decía. Pero, hablándolo con el
pediatra, nos detuvimos a pensar que, fuera de los cambios por la llegada de
un bebé, Facu estaba creciendo y entrando a una edad difícil. Buena o mala
combinación? Creo que eso depende mucho más de los papis que lo que uno cree.

Al llegar Salvador a la casa, la actitud de Facu hacia él
bebe y hacia mí me sorprendió gratamente. Vivía feliz y orgullosa
que mi hijo no sintiera celos hacia él bebe. Me habían contado muchísimas
historias de niños queriendo ahogar a sus hermanos, morderlos, tirarles cosas,
no querer a la mamá. Pero conforme fueron pasando los meses, sentía que Facu
había cambiado su dócil carácter por rebeldía. Sus risas por rabietas.
Definitivamente, un bebe nuevo en casa cambia todo.  Si para los papis es un enorme cambio, se
imaginan para un bebe de 2 años?

Más que celos, que es un sentimiento muy común y humano, los
cambios afectan a una persona y más si es tan chiquita. A esto le debemos sumar
que, cada enano reacciona distinto de acuerdo a la personalidad, pero sobretodo
de acuerdo a la edad. Un niño de 2 años, no reacciona igual a uno de 3 o 5. Los niños van cambiando de necesidades conforme van creciendo, por eso es muy importante detectar las necesidades de nuestro enano, para que el fuerte cambio de un integrante nuevo en casa, sea llevado y tratado de la mejor manera.

Ahora después de mi experiencia como mamá de dos “angelitos”,
me atrevo a decirles que los celos y los cambios por los que pasan nuestros
enanos con la llegada de un hermanito, no siempre deben ser tomados como algo
negativo y como un gran dolor de cabeza para los papis. Ahí es donde nos
tenemos que armar de paciencia, buen humor y mucho amor para lograr que esos
sentimientos se conviertan en algo positivo, y hasta en un escalón para que
nuestros hijos usen de impulso para madurar como pequeñas personitas.

Después de verlos jugar felices y convertirse poco a poco en
cómplices y mejores amigos, les comparto, a modo de consejos, las técnicas que
me sirvieron mucho:

No subestimes a tu enano. Sin importar la edad
que tengan, si les hablas con amor ellos entenderán. Cuéntales desde un primer
momento que hay un bebé en tu panza y que sientan que los haces partícipes
siempre.  Conforme vaya creciendo la
panza, hay que hacer que el sienta las pataditas, participe de las sesiones pre
natales, le cante al nuevo bebe y de alguna manera, sienta que juega con el.

Hay que implicarlo en todos los preparativos.
Que el escoja los colores, que te ayude a preparar la ropa, y que, inclusive,
si son del mismo sexo, le enseñes a que lo que el usó,  ahora
será de su hermanito, para que sea tan lindo como él. Así estarás fomentando que pueda compartir sin sentir que lo despojan de sus cosas.

Así como nosotras lo hacemos, a ellos tenemos
que prepararlos para el parto. Tienen que saber que mami se va a la clínica y
que el ira a conocer a su hermanito. Si deciden que se conozcan en la clínica,
algo que nunca falla es el súper regalo que el hermano trajo! Lo que sí,
siempre procuren que ellos las vean bien y no adoloridas.

Al momento de llegar a casa, que sea otra
persona quien cargue al bebé, para que ustedes les den ese momento  a ellos. Acuérdense que fueron unos días de
separación en los que su enanito las extraño mucho.

Una vez que ya los dos enanos están en casa, es
excelente momento para aprovechar en hacerle sentir que tan importante es la
función del hermano mayor. Hay que hacerles sentir que no podemos hacer algo
sin ellos. Que ellos sean los encargados de escoger la ropa, de pasarte el
jabón, los pañales;  que siempre sientan que no puedes hacer las cosas tan bien, como las haces con su ayuda.

Dedícale tiempo a tus dos hijos por igual. Pero
siempre dedícale un momento al más grande, que no se sienta desplazado. Comparte un tiempo para leerle un cuento, llevarlo al parque o compartir una cena con él.

Planear actividades juntos como familia, desde salir al
parque hasta hacer un álbum familiar. Que no sienta que perdió a mami y papi,
sino que gano a alguien más!

Al momento de reprenderlo, no lo hagas delante
del hermanito, siempre háblale. Es difícil, sobretodo porque somos humanas y no
estamos hechas de paciencia precisamente, pero lo mejor es explicarles que son
el ejemplo. Que todo lo que ellos hagan, lo hará el hermano. Además, siempre
darles alternativas.

Y el último consejo que me atrevo a darles es
que todo lo hagan con mucho amor. Al final ellos tratarán como los tratamos
nosotras. Acuérdense siempre, que para él es un cambio fuerte compartir a sus
papis y su espacio, no es un adulto ni pretendamos que lo sea.

Ojalá esto les dé una guía, y no sientan que llega un
momento crítico, sino una oportunidad de ser más felices y llenar de más luz su
casa! Nosotras seremos mamas siempre, pero ellos solo serán niños una sola vez,
hay que disfrutarlos cada segundo!

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