Cuando nos convertimos en papás, estamos atentos y ansiosos de ver cada progreso de nuestro bebé. Si sonríe, si dice “Agu”, si levanta la cabecita, etc. Pero conforme pasa el tiempo y porque, de alguna manera, sentimos la presión al ver a niños de su misma edad, empezamos a sentir cierta frustración cuando no vemos que logra avances a la edad que está “estipulado” debe tener.
Se dice, o al menos cuando me convertí en mamá me lo decían: Levanta la cabeza antes de los dos meses, se sienta a los 5, gatea a los 6 meses y a los 12 ya debe estar caminando. Pero realmente existe un calendario? Pués no.
Cada bebé tiene su ritmo, y aunque a veces las ansias nos superen, caemos en las comparaciones, o llega una “sabelotodo” a asustarnos porque ha pasado el “tiempo establecido”; debemos respetar a nuestro bebé, todos son DIFERENTES.
No existe truco alguno, simplemente darles su espacio y respetar sus ritmos. Yo, mamá de tres, he caído muchas veces en el “mal atino” de comparar a mis hijos. No delante de ellos, claro, pero si dentro de mi cabeza. Y es normal. Es normal que como mamás, queramos ver el progreso de nuestros hijos. Pero STOP… no podemos ni debemos apurarlos a nada.
Sentarse
En teoría, los bebés pueden sentarse entre los 4 y 7 meses. Ya para los 8, pueden aguantar cierto tiempo sentados sin caerse. Y, aunque este es el rango de edad para, no es un regla. Lo que sí, debemos saber que para que un bebé se pueda sentar, de ya erguir bien su cabeza, es decir, dominar bien su cuellito y poder ponerse boca abajo (darse vuelta). Es por eso, que no podemos obligarlo ni “estimularlo” para que lo haga antes. El hecho de sentar a nuestro bebé con almohadas atrás creyendo que así se sentará más rápido, no sirve de mucho. Es más, puede ser contra producente.
Gatear
Es muy importante que gateen, eso lo sabemos de sobra. Todos los pediatras y expertos en la salud lo recomiendan porque ayuda a la coordinación, reflejos, etc. Pero sabían que hay bebés que nunca llegan a gatear? Aunque no hay una edad especifica en la que los niños empiecen a gatear, pasa que cuando llegan los 6 meses y nuestro bebé no tiene ningún indicio de gateo, empezamos a preocuparnos.
Debemos estimularlos, si. Es una fase importante de su desarrollo. Pero no debemos caer en hacerlo molestando a nuestro bebé. Debemos hacerlo respetando sus tiempos y sabiendo, que pueden llegar hasta los 10 u 11 meses sin gatear y no tiene nada de malo.
De hecho mis tres hijos gatearon a edades distintas. El mayor a los 10 meses (hice de todo, lloré, me frustré, compre mil cosas, lo lleve a muchos sitios… y gateo solo y cuando quiso. El segundo lo hizo a los 8 meses y medio, solo y sin apuro. Y el último, que me salió con estimulación propia, gateo a los 6 meses y medio.
Caminar
Sí, muchas nos emocionamos pensando el día en que los veamos caminando solos e independientes (Si estás en esa etapa, no sabes lo que te espera!). Pero debemos saber, además que cada niño tiene su ritmo, existen muchos factores que pueden atrasar esta etapa, y que, inclusive, pueden llegar hasta los 18 meses sin soltarse del todo.
- Hay niños intrépidos y hay niños mucho más precavidos. Es por eso que hay bebés que, por ser más cuidadosos y por tener cierto temor, prefieren seguir desplazándose de un lado al otro gateando o arrastrándose sentados. Así se sienten más seguros.
- Sustos. A veces, en nuestro afán porque caminen, o ellos mismos al lanzarse y caerse o golpearse, tienen cierto temor después para volver a intentarlo. Paciencia, solos se enfrentarán a ese temor.
- Autonomía. Nosotras mismas, sin querer claro, podemos inducirlos a que tengan poca confianza en ellos. Tal vez los vimos a punto de dar sus primeros pasos y les dimos la mano para que se sintieran “más seguros”. Ahí les quitamos confianza en ellos mismos, y les damos el mensaje que, con nosotras, es más fácil.
Si después de los 18 meses, aún no da indicios de caminar, es mejor que consultes a un especialista para que puedan descartar algún problema.
Consejos
Les dejo algunos consejitos para nosotras, y encontrar la mejor manera de ayudarlos:
- Todos, tarde o temprano, se sientan, caminan y hablan. Así que no caigamos en la desesperación. Todo con paciencia, amor y respeto. No tardará el día en que nos den la sorpresa.
- Los que tardan en gatear o no lo hacen, tienden a demorarse más en caminar. No hay problema, es sólo que tienen un ritmo más lento y hay que aprender a conocerlo y comprenderlo.
- Nosotras, como sus mamás, somos sus referentes y guías, así que debemos tratar de transmitirles el máximo de confianza y tranquilidad. A veces, nuestras mismas frustraciones, sin querer, terminan perjudicándolos.
- Oídos sordos! No escuchen consejos ni críticas. No caigamos en la comparación… todas lo hacemos! Seamos primerizas, tengamos dos o seamos mamás de tres como yo, siempre caemos en eso. Hay que tratar de evitarlo por nuestro bien y el de nuestro bebé. Disfrutemos su tiempo y cada etapa, es única y no regresa.
Un abrazo,
Sara.