Siempre me preguntan como puedo con dos niños y sin nana.
Y ahora como harás con tres? (Aún no lo sé!). Lo cierto es que no me siento ni una súper mamá y tampoco de otro planeta por encargarme de mis dos hijos 24/7.
No soy una madre perfecta, tengo muuucho por aprender. Y tampoco siento que tenga súper poderes. Solo sé que parte de la magia de poder hacer lo que a los ojos de algunas es imposible, es contar con una gran aliado en ésta vida caóticamente hermosa! Y es mi gran PAPI DE PROFESIÓN! Manuel es mi arma secreta, mi máxima ayuda y lo mejor de mis hijos, su salud y el amor en el que viven y crecen es producto de los dos. Si, yo soy la bruja y él el papá perfecto! Pero amo que sea así.
Es increíble saber que mi esposo y compañero de vida, del que me enamoré hace casi 11 años, hoy sea un papá increíblemente preocupado por mis enanos.
Lo mejor que le puede pasar a una mujer, es volverse a enamorar de su esposo, luego de verlo ser un gran papá. En realidad, sé de primera mano y sé porque lo veo lamentablemente en gente muy cercana, que tener a un papá que se involucre en cada parte de las etapas de tus hijos es una gran suerte.
Y no saben como agradezco que la vida me lo haya puesto en el camino.
Pare él no hay cansancio que supere el amor. Para él no hay jamás una noche sin cuentos (no saben su increíble capacidad para inventarlos).
El es de los papis que se tiran al piso a armar juguetes, que juegan a las escondidas, que son complices. El carga a mis hijos como un mono, y los hace reírse a carcajadas y yo derretida. Si! yo puedo con dos hijos sola, porque lo tengo a él.
Porque el los baña, porque el me ayuda a cambiarlos, a calentarles la comida. A hacerlos reír, a entretenerlos, el cuenta los cuentos, el es el mejor papá que un niño podría querer.
Hoy les confieso mi secreto, pero también aprovecho para agradecerle por ser mi paciencia, muchas veces perdida por el día a día. Hoy le agradezco por ser mi espalda cuando la mía esta partida en cuatro partes.
Hoy le digo gracias, por aconsejarme, ayudarme, entenderme y amarme. Gracias por dejarme ser yo siempre, por alentarme en proyectos, por haberme cogido de la mano cada vez que lo necesité. Gracias porque me llevas a la par y al lado tuyo y no un paso atrás. Por tu capacidad para hacerme sentir bien siempre. Gracias porque, por ti, puedo estar presente hasta en el mínimo momento de nuestros hijos.
Gracias por ser a veces, un padre para mi. Por haber ocupado el lugar de mi papi cuando se fue, y hacerme sentir protegida y cuidada.
Gracias porque me diste las tres mejores razones de vida. Gracias por ser un papá ejemplo, un amigo y un cómplice para ellos.
Gracias por ser una hombre con todas las letras, por respetarme y ser ese ejemplo para nuestros hijos, porque se que ellos tratarán a sus mujeres como reinas. Gracias porque somos uno en esta aventura y porque eres De profesión: un gran papá!
Te amamos!
Sara, Facu, Salva y Valentino!